Nº 8/ Otoño (septiembre) de 2004     HARTZ
   
  AARÓN GARCÍA PEÑA
    Poeta nacido en  Madrid  (1978).
Creador  y actual coordinador del
grupo  Nocturno i,  (Asociación de
Escritores  y Artistas  Españoles),
también el creador y coordinador
del Certamen  Internacional para
poetas jóvenes (PCE). Es director
de: "La poesía está desprestigia-
da", ciclo poético, desde enero de
2005 en la AEAE.
   
  DEMOSTRACIÓN DE LA EXISTENCIA DE DIOS  
  [Hay una boca con forma de cruz
en medio del cerebro. Huele a lluvia.]
Es fácil demostrar que Dios existe:
Abrid una manzana y desmayaos
dentro. Soñad ahí la impermanencia
que se amamanta dolorosamente.

[Hay una lengua dolorosamente
a oscuras, y la noche en una cruz.]
No es fácil contemplar la impermanencia,
pero los años salen con la lluvia
en dirección al cielo. Desmayaos
como si fuera un ojo el que no existe.

[Hay un bulto que dice que sí existe
la luz, y silba dolorosamente.]
Buscad, criad los cirios, desmayaos
os digo, sobre un árbol. Vuestra cruz
entierra sus raíces en la lluvia.
Comprobadlo, es así su impermanencia.

[Ay, humana oquedad la impermanencia,
y en un extremo blanco el mar existe.]
Playa con sal. Se iluminó la lluvia
bajo los ríos. Dolorosamente
iguales caen las uñas en la cruz
del tiempo. Id al agua y desmayaos.

[Hay un clavo de carne. Desmayaos
con el primer verdor.] La impermanencia
son los que dudan, bajan de la cruz
y van al arte para ver si existe.
Alzan a Dios la dolorosa mente
de sus fobias. [Ya nada huele a lluvia.]

[Ya nada hay tan feliz como la lluvia
seca. Sentad el mundo y desmayaos.
Todo se pudre dolorosamente.
Con la falta de sol la impermanencia
cobra vida hasta parecer que existe.
El sol es poco menos que una cruz.

[Hay una cruz encima de la lluvia.]
Desmayaos con Dios. La impermanencia
no siempre existe dolorosamente.

(Del libro inédito: En invierno se moja la campana.)

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