Nš 15/ Otoño (octubre) de 2008     HARTZ
   
  EMILIA OLIVA
   Nacida en Malpartida de Plasencia
(1957), estudió Filología Hispánica
y Románica en la  Universidad de
Extremadura. Profesora de francés.
Escribe cuentos además de poesía.
Obtuvo el Primer Premio Ciudad de
Zaragoza en 1997.  De 2007 es su
libro  Los ecos  y  las sombras.
Música para un instante antes
de morir
.
   
  muerto el guerrero
perdida la batalla
recogieron el escudo y las armas
dispersos por el campo

mientras lavaba el cadáver
lloró su pérdida
y maldijo a los dioses
que le habían abandonado

recordó el olor juvenil de sus brazos
la rudeza de la voz en la batalla
la ferocidad del guerrero
no traspasaba el umbral de la casa

retiró el amuleto de bronce de su cuello
escupió en un paño
limpió la sangre incrustada

de nada había servido la serpiente
que coronaba el casco
Astarté, la diosa madre,
le había abandonado

vino el sacerdote
ungió el cadáver
todo estaba dispuesto, le dijo
las angarillas de madera y el lino
pensó en su tálamo
como una travesía de desierto

perfumó su cuerpo todavía
con aceite de sándalo
miró su rostro, frío, ajeno
era obscena la muerte
indefenso su rostro
a la mirada de los vivos

el enemigo no debe saber nuestro dolor

avanzó hacia las armas
bruñidas, casi intactas
y envolvió la daga, las flechas, el arco
recogidos en el campo de batalla

ocultó en un cántaro
higos, nueces y bellotas
algunas monedas
pan, queso y frutas
y el dios tutelar
que nada hizo

el camino de la muerte era largo
no exento de daños

los amigos vinieron
vistieron su cabeza de laurel
alabaron la fuerza del guerrero en la batalla
el escudo cubrió otra vez su cuerpo

pero él no caminó

salió
las manos sobre el pecho
dispuesto a la batalla de la muerte
al largo tránsito

 
  (De Malpartida a Zarza de Granadilla,
26 de marzo de 2008
)
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