Nº 16/ Verano (junio) de 2009   HARTZ
   
  EMILIO COCO
   
     
  DEJADME ya con ellos, con mis muertos.
Con tía Franca y su tímida sonrisa
dentro del marco oval de oro falso,
que se angustia si a veces no acudo
a la cita habitual de cada sábado.
Debajo está tía Gina que ha llegado
en enero de este año a mi despacho,
sin avisarme se marchó en el día
del bautismo de Alessio. No debías
hacerme esta injusticia. Te he llorado
encerrado en mi cuarto en Espinardo
mientras comían paella con mariscos
y brindaban con cava catalán.
Un poco más arriba están mis padres,
él con trinchera y el cabello espeso,
ella con traje negro, demacrada.
Finalmente, lindando con el techo,
reunidos todos en el mismo nicho,
la madre y dos hermanos de las tías,
el abuelo Michele que leía,
para pasar el tiempo, la Gaceta,
mascando caramelos que compraba
con el diario en el bar de calle Roma.
Te hemos destinado el mejor sitio,
a la vista de todos, en el centro.
Faltan sólo la lápida y la foto.

 
 
(Inédito:
Original en castellano
)
 
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