Nº 7/ Verano (junio) de 2004     HARTZ
 
 
APARICIÓN (7)
 
  " (...) sólo cuenta el instante presente y ya no hay porvenir... Y así, sólo se disfruta ya de las emociones del choque y la sorpresa... En tan inevitable desastre ¿qué podrá subsistir? Nada sino la emoción personal. "

André Gide

Que Gide haya escrito las líneas anteriores hace tiempo no les quita actualidad. Porque, en efecto, ahora parece que sólo interesan el instante presente y la emoción personal. Si hubiese duda, allí estan para confirmarlo la proliferación de los diarios íntimos, el auge de los weblogs, la concurrencia masiva a los foros que los medios electrónicos ponen al alcance del público.

Para Gide es claro que tal declaración implicaba un principio de modernidad literaria.
Instante presente, choque y sorpresa, emoción personal. ¿Quién no verá en estas palabras los rasgos de la vanguardia como se perfilaban en el arte y literatura europeos durante el primer tercio del siglo XX? Consecuencia eran de la vida agitada de las metrópolis, como suelen señalar los tratadistas al respecto. Y ahora, en esta época de reality shows, el emocionalismo impregna la conducta de los individuos y el desenvolvimiento de las actividades culturales y políticas en todas partes.

Las Acotaciones de actualidad, en su Quinta Parte, hablan del fenómeno y lo explican, contextualizándolo dentro de lo que es ya tan evidente: la crisis del mundo actual, cuyos síntomas a la vista son la guerra en Irak, el recrudecimieno del terrorismo, la corrupción política de los gobiernos y el descontento generalizado de las poblaciones en muchos lugares del planeta.
Por eso, estas Acotaciones llevan por subtítulo: «La crisis manifiesta», relacionándola con el tema primordial: los poetas en conexión con la política.

Y porque es de poetas, frente a la presente realidad, de lo que tratan los textos en prosa de este último número de Hartz, se trae a colación, como novedad, a "los poetas de Nueva York".
Aunque no sean novedad europea, están aquí porque su presencia revela la dirección que viene tomando la poesía, lo cual puede verse como respuesta ímplicita a la crisis de la que hablan las Acotaciones.
Es revelador que hace tan poco se haya traducido a John Ashbery al castellano -un libro publicado en Madrid, otro en Barcelona-, como es igual de revelador que se publique una antología del grupo neoyorquino en Inglaterra. Es significativo esto último, sobre todo si se advierte que el "informalismo surrealista" -por decirlo de esta manera-, y tendencias similares, no han gozado de los favores de la crítica inglesa.

La crítica inglesa siempre ha visto con suspicacia cualquier importación que procediera del continente europeo. "Los poetas de Nueva York", como es bien sabido, mantuvieron vínculos con la poesía francesa, en especial con los surrealistas. Y es el surrealismo -que había dado vida en los años cuarenta a los pintores miembros de la conocida Escuela de Nueva York, y que habían tenido de precursor al armenio Arshely Gorky-, lo que une a estos poetas en admiración conjunta.
Frank O'Hara escribió una monografía sobre el pintor expresionista Jack Pollock y dedicó paginas, tiempo y esfuerzos en la difusión y consolidación definitiva del prestigio de los también expresionistas: Franz Kline, Robert Motherwell y Willem Kooning. Kenneth Koch, al igual que Ashbery y James Schuyler, fueron también entusiastas admiradores de los expresionistas abstractos.

No suelen subrayarse, por cierto, los vínculos que, en virtud de estas simpatías, sostuvieron "los poetas de Nueva York" con la cultura española, mas de lo puede suponerse.
O'Hara fue el primero en los Estados Unidos en reconocer la valía de la pintura y escultura españolas del momento. Tàpies, Chillida, Canogar, Millares tuvieron en él su valedor. Por otra parte, Kenneth mostraría tambien preferencias por el arte español y, en materia literaria, se empeñó en la divulgación de García Lorca en su vertiente surrealista de Poeta en Nueva York.

Pero la importancia de estas relaciones se halla en que establecen el hilo conductor que explica la consagración de estos poetas y su difusión actual. Pues, como se ha dicho desde hace tiempo, la aceptación del expresionismo abstracto por parte de la crítica y del público en los Estados Unidos, al comienzo de la Guerra Fría, significaba un reemplazo de las estéticas de las décadas anteriores por un arte despolitizado compatible con la nueva imagen de la élite imperial estadounidense, en su función de guía protectora de la cultura estética de la época.
Dentro de ese contexto los poetas que confirmaban el prestigio de tales pintores obtendrían, transcurrido el tiempo, análogo prestigio y reconocimiento.
Véase, por tanto, no sin malicia, desde dónde y por dónde soplan los vientos de la poesía contemporánea. Y por qué.

Prosaísmo extremo, predominio de lo emocional en detrimento de la logica, espontaneidad rayana en "escritura automatica", despolitizacion de los contenidos, humor de "posmodernos" o gravedad afectada, parodias, distorsiones, juegos lingüísticos.
De "órficos" se ha designado, hoy día en España, a parte de los buen humorados poetas que cultivan esas flores.

Qué duda cabe. La Bolsa sube, incluso en el Medio Oriente, aunque los bolsillos bajen. Entre tanto...

Y si se da la relación de poesía, pintura y surrealismo, como vemos, por qué no aprovechar en este número de la Revista la ocasión para celebrar la obra de Salvador Dalí. Con un breve, pero iluminador texto en torno al pintor de Cadaqués se completa el cuadro de preferencias estéticas de estos días.
En sección correspondiente brillan los poemas, que como estrellas lanza la noche, para decirlo con las palabras de Claudio Rodríguez (véase Portada). Que noche, noche oscurísima, es la de estos tiempos enmascaradamente difíciles.

Pedimos disculpas a nuestros amigos y colaboradores por el retraso en la entrega de los textos de esta séptima entrega. Pero téngase en cuenta que, pese a las complicaciones imprevistas y a los acontecimientos funestos, Hartz continúa. El retraso justifica que mantengamos el texto sobre Mauricio Bacarisse del número anterior.

Por consiguiente, Hartz en verano esta aquí con los siguientes títulos y secciones:

Auténtica arca de Noé, Hartz sigue albergando criaturas dispares, emparejables o solitarias, en su marcha inexorable por los espacios.
¡Adelante, entonces! ¡Adelante!

Madrid/30-julio-2004
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