Nš 12/ Verano (junio) de 2007 | HARTZ |
APARICIÓN (12)
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¡Mostrad que preferís con vuestro aplauso!
Tony Harrison
El verso sarcástico de este poeta inglés bien se
ajusta al actual panorama de la política internacional, y conviene citarlo en esta nota
introductoria al duodécimo número de Hartz.
Porque los dilemas que toda época presenta a quienes la viven y padecen
no pueden eludirse, por más que se pretenda ignorarlos. Allí están. Allí
se deslizan por debajo de las posiciones asumidas por unos, por otros y por todos. Al menos
Harrison adelanta sus versos, propone y se arriesga.
No quiere decir esto que se trate de escribir con miras puestas en un
determinado camino, partiendo de un catecismo concordante. No es poesía con contenido
social, poesía "comprometida", lo que aquí se discute o
se propugna.
¿Qué quieren decir esas rúbricas? Poesía de
concienciación, de compromiso, realista, política, social... Bah.
Si nos atenemos a los hechos,
comprobaremos que desde hace décadas, en los círculos literarios de lengua
española -en España-, se debaten cuestiones relativas al oficio de la
poesía que no parecen llegar a acuerdo alguno. Quienes abogan por la DIFERENCIA discrepan
de quienes son adictos a la EXPERIENCIA, y éstos últimos los desoyen abiertamente.
Bandos encontrados. Cada uno de ellos con sus críticos, sus publicaciones,
sus autores y ambientes distintivos. Con sus mapas de influencias. Con itinerarios
divergentes y romerías a lugares sagrados de la literatura en los que se ubican sus santos
patronos respectivos. La "oficialidad" poética española discurre entre esas
disputas, ya declaradas, ya encubiertas.
Pero las discordancias, aunque no sean las mismas, aunque su sentido difiera ahora,
son ya antiguas. Renacentistas y barrocos. Conceptistas y culteranos. Neoclásicos y
románticos. Las dos Españas...
Los manuales de literatura no
dicen cuánto de lo mismo había en los culteranos y en los conceptistas, cuánto
de igualdad, cuánto de oportunidad, cuánto de razón y de sinrazón. Y
por qué: A qué responden, qué es lo que se juega entre partidos, qué
dilemas hay, qué irresoluciones de época, qué callejones sin salida.
Entre pros y contras. A favor o en contra de las guerras, como señala
Harrison (Cf. epígrafe de página principal)...
A finales del siglo XIX, Nietzsche introduce el término de nihilismo
para describir "una enfermedad, un declinar, una idiosincracia", que es el estado de "decadencia
fisiológica" de las sociedades europeas de entonces.
Durante los años sesenta y setenta del siglo XX la revalorización
de la obra nietzscheana, iniciada en parte por la edición crítica de Giorgio Colli y Mazzino
Montinari, trajo de nuevo a un primer plano de discusión intelectual la cuestión
del nihilismo.
Al nihilismo se enfrentaría, siguiendo a su maestro Nietzsche,
el poeta Gottfried Benn.
De Benn y de Fernando Pessoa habla el artículo central de este número
duodécimo de Hartz: «Incidencias del yo contemporáneo» (que se continuará
sorpresivamente en la próxima entrega). Con él se
completa la argumentación del texto sobre «El genio adversativo o las razones de Jorge
de Sena» del número anterior.
A su vez, las «Incidencias» son el complemento a las Acotaciones de
actualidad en su décima parte, con la que se cierra
la serie: Los poetas y la política.
Estamos en condiciones de reunir los hilos de la trama que Hartz
ha ido tejiendo a lo largo de once entregas. Vivir una época, estar inmersos en ella,
significa, quiérase o no, tarde o temprano tener que enfrentar los dilemas que tal
época plantea. Puede que este bando, o aquel otro, esté equivocado o tenga
razón. Puede que se participe de las opiniones de la "oficialidad" o se esté en
contra de ellas. Qué más da.
Los VIEJOS encontrarán que ya lo son demasiado para entrar en liza por
asuntos que les empiezan a parecer remotos.
Los MADUROS están suficientemente comprometidos en sus propios intereses
para atender a cuestiones que sólo contribuirían a desconcentrar su atención.
Los JÓVENES, una de dos: O consideran que todas esas polémicas son aguas pasadas y que, por tanto,
hay que superarlas,
o son demasiado NIÑOS para tomar conciencia de lo que se arriesga en el
tiempo.
Porque es eso: NO las conveniencias, no los beneficios apostados, ni siquiera las
intenciones, los deseos, los proyectos, SINO lo que por encima de todo ello está allí,
presente e ineludible. Los dilemas expuestos a la conciencia.
Y la respuesta no está en la política, en la ética o en la
moralina, en la tecnología o en el ecologismo, ni en la filantropía que circula ahora
bajo el mote ridículo de "solidaridad".
Todo depende de cómo se esté filosóficamente
situado. Y aunque los literatos profesen horror a la filosofía y a la ciencia, ambas
son inevitables en el mundo contemporáneo.
Y en este mundo, pretendida o realmente globalizado, en que el consumismo ostentoso
(conspicuous) parece volverse norma, a pasos de gigante en todos los lugares, no extrañen
las autoridades más o menos dudosas, las posiciones mal asumidas, las informaciones mal
discriminadas. Y si todo vale para fomentar los prestigios verdaderos o falsos, ¿qué puede
salvarnos?
Para curarnos en salud cerramos, por consiguiente, la perorata a veces superficial de
Los poetas y la política, para entrar en una nueva etapa. Más
minoritarios quizá, pero más rigurosos, más autoexigentes.
El epígrafe de la Portada
es intencional y se completa con los epígrafes de Harrison.
Las reseñas de Envíos
traen por novedad editorial un libro desconocido de Oscar Wilde, dos obras
de Ginés Liébana y el poemario de Ricardo Virtanen. En esta última reseña
se halla, a propósito, una breve descripción del haiku que no se encuentra en ningún otro
sitio y que será de invaluable beneficio para los interesados en el tema.
A la reseña de Wilde le corresponde un texto que trata tanto del libro
en cuestión como de algunos otros aspectos relacionados con Wilde como crítico y
que iluminan por añadidura las afirmaciones del artículo de «Incidencias...»
En poemas se presentan poetas, cuyos versos
esperamos que sean del gusto de los lectores.
Tenemos así el sumario de este duodécimo número de nuestra
Revista, no menos enjundioso que los anteriores:
La última parte de la serie de
Acotaciones de actualidad no significa que se cierre la sección. En el
próximo número se abre una nueva serie, mucho más IMPRESIONANTE que la
anterior.
¡Navegantes de Hartz, aferraros a la borda si, de la sorpresa, no quereis zozobrar!
Madrid/11-junio-2006 |
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