Nš 15/ Otoño (octubre) de 2008 | HARTZ |
APARICIÓN (15)
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...en un crepúsculo de espadas...
Fernando Pessoa
Crisis financiera, crisis mundial.Una crisis se extiende ahora dentro de las actividades económicas, no sólo
de las zonas subdesarrolladas, sino en los países más desarrollados del
planeta. Pero ya antes se sabía de la crisis: crisis de la Cultura, crisis de las
instituciones, crisis de los valores morales y sociales.
Que es también crisis de la poesía misma, lo comprobamos en
Hartz, puesto que casi a diario, desde hace tiempo, se busca el texto sobre el
El dadaísmo...,
escrito por nuestro Director.
Hay una inquietud, una inconformidad, una desorientación y un deseo
apremiante de innovaciones, —más allá de los desbarajustes actuales de la vida
política, económica y social—, que se traducen en una búsqueda de autores,
como los poetas dadaístas, que vivieron una crisis generalizada semejante y que respondieron a
ella con su arte no–arte, anti–arte.
No nos extraña que, con igual ahínco, se esté pendiente de lo
que en la Revista opinemos sobre las formas abiertas de la versificación, sobre el verso libre,
sobre un versolibrismo que no requiere de pautas o que, en apariencia, se desentiende de ellas.
Porque en esta barahúnda, se buscan desesperadamente certezas.
Pero las certezas que, al menos en el terreno de la literatura y las artes,
podría suministrarlas el ejercicio de la crítica, no son fácilmente
alcanzables. Y esto es crisis. No por casualidad ambas voces —crítica y crisis—,
provienen de una misma raíz: de kríno, krinein, que en griego significaba 'juzgar,
decidir, separar'. Separar, o sea, discernir, y he aquí que cada vez más se necesita
de discernimientos en los puntos en donde la misma crítica flaquea.
(Que en esa situación la porfía de los traductores perviva, no
asombra. La misma palabra crítica se traduce mal y mal traducida prospera en los
buscadores... Cfr., lo apuntado, al respecto, en:
Aparición - 13.)
De discernir se trata este décimo quinto número de la Revista. Discernir en las cuestiones
planteadas en los temas de las series anteriores —Los poetas y la guerra y El yo contemporáneo—,
como en los resto de los textos. Un tema nuevo, el de los Premios Nobel de Literatura, se impone como resultado de la pretendida
globalización del planeta. Por eso se le incluye, aprovechando las ediciones
recientes de los libros de Laura Vaccaro y de Espmark.
Por otra parte, no hemos querido que pase el centenario de Machado de Assis sin
rendirle homenaje, en un texto que expone la lista de sus obras, de la manera más
completa y ordenada, como no se encontrará en ninguna otra parte de la Red. Se
añade un soneto, que es curiosidad para el público de lengua española que
no conoce a Machado de Assis como poeta.
Podrá sorprender, por cierto, la afirmación, contenida en el texto,
de que poco podía ofrecer la literatura española al novelista brasileño. Pero es justificable.
Durante la segunda mitad del siglo XIX, además de Valera, Clarín y Galdós, no había más
autores de interés para un gusto refinado como el de Machado de Assis. Atiéndase que Béquer era un
lírico sin el aprecio de los poetas entonces representativos, Nuñez de Arce y Campoamor. Los modernistas
se hallaban en parecida condición, y la generación del 98 adquirió relieve en años que
correspondieron a los últimos de la vida del novelista.
Hay un argumento de peso más.
Habiendo en lengua portuguesa un Eça de Queirós,
que absorbía con estilo incomparable la próxima literatura europea de
su tiempo, y unos parnasianos, decadentes y simbolistas, ¿por qué, había de
ir a buscarlos más allá de la frontera de su idioma luso? Buenos Aires, ya se sabe, está
muy lejos de Río de Janeiro, y lo que pudo llegarle fue poco, tanto como podía serlo, quizá,
Guillermo Matta.
El epígrafe de la Portada tiene, a su vez,
justificación. No creemos que la crisis actual lleve a más toma de conciencia, excepto en determinadas
regiones y en determinados medios. Los papanatas continuarán asolando los espacios de cualquier
parte, electrónica o no. Y nosotros hemos emprendido desde hace tiempo el viaje. Estar en una estrella remota es
un privilegio. Seguimos, pues, con nuestros esclarecimientos que, como se verá, refinan los conceptos, los
amplían y adaptan, alejándolos de las vulgares simplificaciones.
Tenemos, así, el sumario de textos no menos polémicos y categóricos, además de
ampliamente informativos, junto a nuevos poemas, en este décimo quinto número como sigue:
¡Y zarpe Hartz sin más dilación!
Madrid/31-octubre-2008 |
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