Nº 18/ Verano (junio) de 2010 | HARTZ |
APARICIÓN (18)
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Se puede ser conciso, sentencioso, elíptico, irónico, intencionadamente ambiguo o
subrepticiamente sarcástico.
Hay impaciencias de autor como las hay de lector. Para tiempos de violencia, para éstos que vivimos
de prisa y confusión ninguna celeridad es suficiente. Y para internet, donde se busca información puntual
y se requiere el dato fácil, el apunte breve, la idea resumida, cualquier detenimiento es rechazado.
De manera que quienes hayan leído Aparición (17)
es probable que , al final, concluyan que hablábamos apocalípticamente de un acabamiento del mundo.
¿Una nueva época? Sí. ¿Un ocaso de otra? También. Pero ello no quiere
decir que todo haya de ser nuevo, que todo comience y que todo termine. No se esperen aguachirles donde puede haber
densidades.
Que se enumere Nietzsche, estructuralismos, Reich, Marcuse..., no quiere decir que todo se considere igual.
Mucho había de callejón sin salida en el anarquismo de Marcuse y, en ese sentido, era un final
de época más que un principio. Los estructuralismos arrrumbándose en distintas parcelas y
coadyuvando a la idea de la "muerte del hombre", como antes había sido la "muerte de Dios" en Nietzsche, más
bien parecen otro atolladero.
Pero en la medida en que venía a postularse la existencia de objetos de teoría
que no son perceptibles ni verificables por los medios, disciplinas y ciencias empíricas —la realidad de
las "estructuras"—, se abría un nuevo tiempo. La existencia de lo intangible.
El choque de Oriente contra Occidente marcó la hora. Se estaba ya en una nueva visión de la
vida y del mundo. ¿Se estaba ya?
Tampoco dijimos (ni diremos) todo con respecto a la fecha del traslado de los restos de Jorge de Sena, por prudencia.
A nosotros mismos se nos trabucaban las fechas. ¡Esos números que se repiten! Uno y uno. Torres gemelas. Diez es número redondo, doce es griego (son 12 los dioses griegos del
panteón que pasaron, con cambio de nombre, al panteón respectivo de los romanos). ¿Y el
enigmático 11? ¡Esas cifras arábigas...!
Conviene ahora aclarar las razones de haber corregido una frase en
Incidencias... (6).
Si la primera redacción precipitada
podía ocasionar que se interpretase que el romanticismo francés se caracterizó por el liberalismo en
materia política, la segunda trata de enmendarla a fin de que se entienda mejor. "La agitación liberal durante el
primer romanticismo", etc. alude a que el liberalismo político fue coetáneo del romanticismo en Francia, no
que ambos fenómenos sean equiparables.
El dandi devenía "en figura opuesta a la agitación liberal" porque de esa agitación
surgió el triunfo del liberalismo en Francia partir de 1830. Baudelaire, como los primeros románticos
(Chateaubriand, Lamartine...), vivía políticamente en la oposición.
Adviértase que circunscribimos el liberalismo, calificándolo de político, para
distinguirlo de lo que podría ser un liberalismo económico, intelectual o religioso, o simplemente (más
bien liberalidad) de costumbres. Igual puede decirse del romanticismo, pues se alude al romanticismo literario como se dio en Francia, y no al
romanticismo político que se desarrolló en Italia con Mazzini y en los países eslavos. En éstos
últimos hubo mayor coherencia entre literatura y política. Se entiende que a causa de la peculiar
situación histórica, económica y social de esos países.
Y hablando de políticas, la Portada de este
número 18 exhibe como epígrafe un fragmento no del teórico Maquiavelo, sino del literato que Maquiavelo
también fue. Es el fragmento del verso, escrito en 1504, con el que el florentino inicia la historia versificada
de su país natal.
Como intentamos abreviar lo más que se pueda (según queda dicho, los textos en internet suelen ser recurso de
apresurados y para perezosos mentales), no hay mejor solución que la de acelerar el final
de Las ilusiones de la Red. Sobre todo si se toma en cuenta que los reparos a internet se formulan a menudo y casi siempre
dentro de los mismos términos, al punto de parecer obvios, como es el caso de Susan Jacoby, pese a que los inserte
en un contexto y una argumentación que no dejan de revestir interés (The age of American unreason, New
York, 2008). Pero como no queremos ser obvios, iremos acotando las objeciones para resaltar lo que parezca menos trillado
y dar remate pronto a la serie.
Un nueva serie se inicia, en tanto. Renuentes a tratar el tema de las antologías, abrimos,
ya que es tema buscado y de costante actualidad, un primer capítulo al respecto.
Las demás series se continúan.
¿Queda algo más por decir? No se confunda lo intangible con lo virtual. Pues lo virtual es sólo lo casi, lo que necesita
actualizarse o dejar de ser implícito, mientras que lo intangible es realidad que reposa en su propio existir. Más
que haya de añadirse,
se verá en futuras ocasiones.
Y váyase al existir de esta primavera 18 en Hartz con:
¡Seguimos en los espacios abiertos y profundos con Hartz!
Madrid/5-abril-2010 |
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