La cita que antecede describe una situación. La situación de la literatura en América Latina.

"Y sospecho que tambien en España, es éxito, éxito social..." -dice Bolaño en una de las páginas anteriores de la conferencia Los mitos de Chtulhu, publicada en El gaucho insufrible, libro póstumo del que se han tomado estas citas. La situación de la literatura en lengua española es esa, puede decirse entonces. Y aventúrese la afirmación de quizá sea esa la situación para la literatura en todo el mundo, o casi todo el mundo. ¿Acaso no estamos globalizados?

El éxito, el dinero, la respetabilidad. Déjese a un lado el juicio de si "somos la generación de la clase media" y quede sólo eso: éxito, dinero, respetabilidad. De eso se trata. El mundo actual tiene como fundamento esos tres pilares. A partir de ellos se sigue todo lo demás.

La poesía y la guerra, dijimos en un principio. La poesía y la política, dijimos después. De eso se trata, claro, y es tan evidente que las musas ya no pueden fingir que están sordas. ¿O es que ahora son las sirenas las que se tapan los oídos?

Pero las aguas están tan revueltas y las olas llegan a tales alturas, que ya no hay cera que valga para taponarse y desoír las tormentas.

En tiempos de confusión, ganancia de globalizadores. En efecto, por eso aquí, aquí estamos. ¿Qué quiere decir esto? Si unos ganan, ¿quiénes pierden? Y si otros pierden, ¿quiénes son los que ganan? ¿Habrá quiénes que no ganen ni pierdan? ¡Ah!

¡Viva internet! ¡Viva Hartz!

La poesía está en trance. Eso ya está dicho (ver Editorial - 4). ¿En trance o en tránsito? ¿Y quiénes la quieren en trance? ¿O quiénes la quieren en tránsito?

Los textos que se ofrecen en este quinto número sugieren réplicas oportunas.

El artículo sobre las ideas del pintor murciano Ramón Gaya enfoca, por el lado reflexivo, lo que es tendencia implícita. Porque si el arte, y en concreto la poesía, debe aceptarse como algo "natural", ¿Dónde queda aquello que se supone, o se ha supuesto, que es "arte"?

Para decirlo con claridad: "El arte es un oficio", como enunciaba el crítico Bernard Berenson, quien juiciosamente añadía que del oficio bien aprendido "puede brotar a su debido tiempo la creación artistica". Cotéjese esta declaración con lo que se dice del pensamiento de Gaya y derívense las conclusiones pertinentes.

En trance o en tránsito, en ganancia o en pérdida, la poesía ilumina la vida entera de Manuel Bandeira, nos gusten sus versos o no. Y porque es ejemplo de consagración al arte de escribir, de saber escribir, también le dedicamos espacio.

Si de gustos se habla: "gusto", Belleza, anti-Belleza y más referencias se hallarán en las Acotaciones de actualidad, que llega a su tercera parte.

El Encuentro de mujeres poetas, de Silvia Delgado, sirve de trasfondo y, como noticia, podría constituir ilustración de las Acotaciones, como a su manera lo son los poemas que le anteceden.

La revista Hartz, por tanto, está ahora cargada de motivos; incumbe al navegante percibir la correlación de fuerzas que la sustentan. Ofrece en sus archivos de invierno:

• Como es costumbre, la sección de poemas.

• En la sección de artículos, el texto de Silvia Delgado: Encuentro de mujeres poetas en el país de las nubes (suprimido).

• La sección de novedades trata dos acontecimientos editoriales en:
  • El españolismo y las ideas de Ramón Gaya
  • Estrella de Manuel Bandeira,

  y la entrega sobre Poesía y Política con:

  • Acotaciones de actualidad (Tercera Parte: suprimida), se- guidas de:
    
  • Envíos, donde pueden leerse en especial las reseñas de los últimos envíos de libros.

• Como en renovaciones anteriores, se actualiza el Indice de Autores.

• Se mantiene y se actualiza la Bitácora.

• Finalmente, una adición especial: la Lista de textos suprimidos, editados en anteriores entregas, que se podrá consultar en el Libreto.

Y... ¿Generación de clase media? ¿Qué entendía Bolaño por media? ¿Qué por generación? ¿Qué por clase? ¡El método de las generaciones, vamos! ¿Para eso tanta alharaca? Como el mismo Bolaño señala: "Mucho presumir de Proust, mucho estudiar las páginas de Joyce (...), y la respuesta estaba en el folletón. Ay, el folletón".

¡Ea! ¡Mejor surcar los espacios, cuanto más lejos mejor! ¡Ea, Hartz!